12 abril 2011

Pérez-Reverte revisitado

porque sim..
porque me vieram saudades dos livros que li, desse "pintor de batalhas" que aqui se desnuda ..

em baixo, excertos de uma entrevista que o escritor deu ao El País em 26/9/2010:
 .
"Mi vida está en todas mis novelas"

(...)
R. Soy de ese tipo de autores que escriben libros que a ellos les gustaría leer. Y es lo que me hace feliz. Es lo que hace compatible trabajo profesional y placer personal; si no sería una pura disciplina de trabajo, de fichar horas. Lo que hace que vaya más allá es que uno el placer personal con la obligación profesional. Nunca he sido consciente de para qué escribía. Lo hacía porque me apetecía, porque lo pasaba bien, me sentía cómodo, estaba a gusto... Aparte de eso, porque a partir de un momento vivía profesionalmente de ello y me proporcionaba una forma de vivir totalmente digna y agradable.

Ahora que miro hacia atrás con más serenidad, con la experiencia que te dan los años y el tiempo, me doy cuenta de que lo que realmente estaba haciendo era ordenar mi vida. Todas las novelas, aunque sean muy distintas entre sí, responden a un objetivo personal, a experiencias personales: a viajes, peripecias, trabajos, ilusiones, decepciones, a lo que amé, a lo que odié... Todas mis novelas son ajustes de cuentas con mi propia vida. Es como si fuese ordenando mi vida por episodios. Cada libro publicado es una manera de calmar remordimientos, de ajustar cuentas -conmigo mismo también-, de recordar, de convertir en felicidad momentos amargos, de buscar la amargura en momentos que fueron felices. De vivir.

P. Es decir, que si no hubieran ocurrido esas incidencias a lo largo de su vida...

R. No sería novelista. Un novelista puro de verdad es Javier Marías, por eso siempre marco esas distancias con él. Novelista puro en el sentido de que es un artista que desde su propia fuerza intelectual está sacando afuera, generando un mundo narrativo singular. Eso es lo que para mí es realmente meritorio. Cuando yo cuento aventuras, peripecias, lances, estocadas, desastres, muertes, incendios, naufragios, bombardeos..., estoy limitándome a recordar. A contar cómo recuerdo y qué recuerdo me dejó esa vida. En ese aspecto, mi esfuerzo es más técnico que creativo. Más artesanal que artístico. Mi esfuerzo creativo consiste en manejar los medios que permiten combinar una realidad que ya viví y darle forma narrativa eficaz. Novelizarla.

P. Llega un momento en que, entre tantas batallas, tiros, persecuciones, usted para y escribe El pintor de batallas. ¿Qué significa, desde el punto de vista creativo y sentimental, ese nuevo énfasis, casi melancólico, en su obra?

R. En El pintor de batallas es la primera vez que hablo de mí mismo sin disfrazar. Lo bueno que tiene la ficción es que puedes hablar de ti mismo disfrazándote, tienes mil pretextos, mil perchas para colgar tu biografía, y nadie pregunta si es la tuya porque tiene bastante potencia por sí sola. Es cómodo porque puedes mezclar realidad con ficción, puedes distanciarte de lo que estás contando, puedes inventar sobre lo real y que parezca todo mentira. Puedes escribir La reina del sur diciendo que lo has inventado todo y nadie puede probar lo contrario. O puedes escribir un Alatriste diciendo que Alatriste no eres tú y la gente se lo cree, aunque sepas que en el fondo sí tienes más de Alatriste de lo que tú mismo reconoces. El pintor de batallas es la única novela en la que he prescindido de esa cobertura, de esa coartada, de esa careta. He contado de verdad la rueda de mi vida, de mi mundo, de mi mirada, sin concesiones, de una manera absolutamente dura conmigo mismo. Si hay un ajuste de cuentas es con el protagonista, con mis remordimientos. Hice una novela con mis remordimientos, con lo que de noche me dejaba los ojos abiertos al recordar. Fueron dos años dolorosos, graves, de fantasmas, y no fue una experiencia que me gustara. No la quisiera repetir otra vez, pero me debía a mí mismo esa incursión. Fue la forma de decir: "Bueno, voy a ordenar también aquello a lo que no le meto mano en las otras y voy a meterme hasta el fondo".

(...)
entrevistador: JUAN CRUZ
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